sábado, 5 de febrero de 2011
RETÓRICA
El tiempo me mira como apurado y sediento de las horas malgastadas y en su espacio calcinado de recuerdos…como un péndulo oxidado…los sueños colgados de las agujas rotas del tiempo marcan mi historia y apuntan a tu camino, como un inválido que se arranca las vendas que cubren sus heridas más antiguas, donde tu pasado enviste en mortal batalla, una emboscada sin tregua.
Y te amé de frente en inquietud confusa, sometiendo mi delirio a tu silencio y azotaste con tus párpados callados, de mirada sigilosa y abrumada, este rostro mío (ya marchito por la ausencia) y la absorta timidez de mi soberbia, que ha llorado arrodillada ante el despojo con las manos apretadas en el alma.
Y entre toda la agonía de mis sueños, me perdí como un fantasma en los pantanos más profundos donde grita por las noches mi agonía y hasta a veces, me responde con malicia, cuando el viento gime a solas como un lobo y tu sombra en el abrazo de la noche (me sofoca con sus garras amputadas) y susurra en el silencio sin palabras.
Mi inconsciencia desvanece ante tu ausencia (como bruma en la espesura más eterna) y cual niebla en los caminos escarpados, donde amor nos estrellamos como lluvia entre las rocas en la insólita tormenta de la vida, que te enfrenta (como barca a la deriva) con los mares de dolor y de agonía!
Y me intento reponer de esta caída (de la cima de tus labios) al abismo de tu olvido donde blancas calaveras en cenizas, se revuelven entre yagas malheridas, en el fondo de aquel pozo de tus ojos (donde vimos apagarse nuestros sueños), como lámparas vacías en la sórdida guarida de tu pecho, (cuando amor en el silencio) se escucha gritar al último latido…confidente de mi amor y de tu olvido!
Eileen
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