miércoles, 26 de enero de 2011
GAVIOTA HERIDA
Y que no te duela la noche, como a mí tu ausencia
ni el poder de la mirada de la luna en tu indiferencia necia
y que no te duelan los pasos de tanto andar tristezas
(como a mí me ha dolido el alma) a causa de tu bajeza
Que no llegue la vida a cobrar tu infamia
al haberme destrozado toda, con esa vil mirada
que sin decir palabra, me sometió a tu daga
y me rompió las alas
Y ahora, como gaviota herida,
muero en los mares silentes de tu partida!
Eileen
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