EL FRÍO DEL ADIÓS
Hace frió
y tu cuerpo con mi cuerpo
fuego vivo,
que se hace estimulante
y atrevido,
es un enigma que florece
en un apasionado grito.
Abrazada y en erupción
siento que vibro,
y me abro al relámpago
de tu piel.
Acaricia mis instintos
que despiertan,
en revolución constante
a tus sentidos.
Y me tocas mis montañas
ya nevadas,
por el paso del tiempo
que me quiere y te reclama.
Juntos recorriendo el territorio
que el recuerdo dejara
tan desnudo,
y al son de una guitarra
y que en el aire se fundirán los suspiros
Al saberte tan cerca
con ese olor a hombre
que me impregna.
Ya ni siquiera
tu voz la necesito,
solo que fundas en mi cráter
la espuma viscosa
de tus mares.
Y que seamos horizontes
de perfumadas rosas blancas,
orgasmos de luna en nuestra piel
que será de aceituna.
Ana@ocaña
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