martes, 25 de enero de 2011
ABRAZANDO VACÍOS
Apretarte en mis silencios, no ha sido tan difícil, porque me vi mil veces en ese calabozo frío de tus ojos negros, buscando a tientas mi pasado añejo (ese que alguna vez fue bello) antes de conocer tus besos y morder tus labios encendidos de pasiones, de fuego y plenilunios, así como el veneno ardiente que en silencio me fue marchitando el cuerpo, los sueños y los huesos, desde el alma hasta mi vientre en cautiverio incierto.
Prisionera de tu amor y de tus ojos, sucumbí como un cóndor mal herido en los cielos apretados de tus manos y me ahogué en tu pecho cuando me oprimiste fuerte con la daga de tu abrigo y exhalé un suspiro…justo antes de decir tu nombre, que brotó como el aliento marchito de mis pétalos callados por el beso de tu olvido sobre labios rotos.
Ay de todo lo que fui por tu silencio…y también por el grito de mi cuerpo…que intentaba resurgir despacio de las cenizas esparcidas de tus pasos, en caminos malgastados como fósiles desiertos que conducen a tu pueblo…donde he visto marchar como a los muertos, el recuerdo de todo tu pasado.
Apretarte en mis silencios…ha sido más bien fácil…porque sola en el sepulcro de mi alma, abrazarte parece mi consuelo!
Eileen
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