Quizás jamás me canse de preguntarte
a dónde fuiste a dejar mi esencia latente,
y el cobijo de mi piel desnuda…
después de que tu boca arrebató mi vida
con ese beso prohibido que no se olvida,
ni al caer la madrugada,
ni al cesar la noche…
ni cuando calla el alma!
Eileen
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