Y es que de la ladera a los montes,
de la piedra al paso y del beso al alma…
tan sólo hay un espacio que no acaba
por las veces que intentamos repasarlo
Y de todos los minutos (la pequeña sensación)
…que el tiempo pasa…
bajo péndulos que cuentan los recuerdos
en el sórdido reloj que apenas vemos
Y nos gusta deambular por esos cauces
que nos llevan como ríos a sus mares,
sobre barcas de papel donde empacamos
un trocito de esa piel de atardeceres
Cuántas cosas se desprenden de la pluma
de un poeta cuando escribe con el alma,
cuando sueña con los besos apretados en los labios
y sostiene en su regazo estos anhelos…
Y cuántas lunas que amanecen en sus cielos
mientras vemos despertar a las estrellas…
esas noches de nostalgia y de premura
donde el tiempo en tu mirar ni se demora…
Y qué decir de aquellas tardes blancas…
sentada en una banca cualquiera de la vida,
…contemplando el pasar de tantos…
como ajenos desconocidos de nuestro mundo
O las veces en que las risas de los niños
interrumpieron nuestros pensamientos quedos,
y se asomaron como pajarillos en nuestros labios
floreciendo en la sonrisa de un extraño
Y es que de la letra al verso…(apenas un suspiro),
y de las calles tupidas…la prisa desmedida…
o el olvido que a veces llevamos en los puños
como queriendo retener amores perdidos…
Y nosotros los poetas…que bebemos sueños,
y rebalsamos nuestras copas rotas…
nos atrevemos a brindar con el silencio
después que el adiós…repitió su historia!
Eileen
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