martes, 8 de marzo de 2011
LOCURA Y DOLOR
Esas veces cuando grita tu ausencia,
me he escondido en el ático del alma
porque he llorado tantas veces…
que los cristales rotos de mis ojos negros
se quedaron en mis manos, suplicantes
Y tiré el pañuelo blanco que llené de mis quebrantos
y anudé con tu silencio, un manojo de mis sueños
al salir corriendo hasta el espacio más silente
y abracé a la noche quieta y desnuda en una esquina
Allí donde los cuervos parecen centinelas…
mirando de lejos a la luna, así como se guían de mi sombra
…callados y temibles como el viento…
en noches de tormenta y desatino
me llevaron a anidar en su silencio!
Y en ese andar pausado me alejé de tus fantasmas
corriendo sobre el pasto congelado y con los pies descalzos
tratando de escapar de tus recuerdos fieros…
que a veces me persiguen insistentes
Y apurándome estos pasos que cansados,
…me llevan al olvido que no alcanzo…
y sangrando sobre el polvo amontonado
caí sobre los pozos agrietados de tus campos
Porque después de recorrer la milla abierta de tu espalda
y caer sobre el torrente de tus muslos esmeraldas…
me encontré en el abismo mal herido de tu ausencia
y grité como una loca que se niega a continuar en la faena
de andar sobre las sendas de la vida…sin la mínima caricia
que desciende de tus labios a mi piel!
Y así…me arranqué del alma el sentimiento
miré de frente en soledad, todo el destierro
…y triste, continué mi caminar!
Eileen
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