miércoles, 2 de marzo de 2011
DEVELANDO EL ALMA
Sí, quien devela el alma, sabe y calla
apenas parpadea ante el desierto frío
y recoge de la arena, su añoranza...
lo arroja en el oasis muerto de su sueños turbios
y se bebe entre las manos el calor del día,
mientras suda la amargura de una ausencia.
La distancia se gangrena y el tiempo pasa
como sigiloso y altanero (mirándome de lado)
burlándose del alma y mi pasado
(que te espera quieto en el olvido, como un niño)
con las manos extendidas y vacías
implorando un beso, que vedado
se murió en los labios!
Eileen
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario