miércoles, 16 de marzo de 2011
AMBROSÍAS
Te escuché caer del alma
como agua en las cascadas,
con esa primavera de tus ojos claros
encendiendo estrellas
Y te miré en secreto tantas veces
que mi piel se me erizó completa,
en la danza de tus muslos con la noche
caminando desnudo hacia la luna
Te miré de frente, ay ocaso de sentidos
con el fuego de tu piel marcando todo,
apretando mis silencios con tus labios
susurrante como el canto de los vientos
Y te acercaste lento como sombra tibia
recubriendo mi figura con tus brazos,
y el refugio de tu pecho palpitante
me sedujo entre la piel y tu simiente!
Y mi cuerpo de mujer perdió la calma…
ante todo el plenilunio de tu amor!
Eileen
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