LUNA DE FRESA
Se cimbrean mis caderas al ritmo de tu sonrisa,
son como pétalos enardecidos acatando tus premisas…
abriéndose y cerrándose,
entregando en su baile el más excelso aroma que nace de mis entrañas.
Rozas con tu dedos la fina piel que me sostiene,
me atraes hacía ti con la suavidad que se requiere,
manos fuertes que se convierten en seda y grana…
en arte y duende, besando mi boca como si comieras miel de simientes,
tocando mis pechos como si la luna durmiera en ellos para siempre.
Y me haces tuya en un hervidero de sentimientos
que se escapan como mirlos chocando contra el techo,
escapando por la ventana,
haciendo testigo de esta entrega a la alborada.
Uno mas uno son dos…como cinco por cuatro veinte
mas uno veintidós…ciencia exacta,
como tu y como yo,
aunque en este momento cambie el elemento
y pasemos a ser binario por capricho y condición.
Posas tus pupilas en mi cara, manteniendo la mirada,
noto como me comes por entero, con tu boca, con tus ojos,
con tus manos, con tu cuerpo…con toda tu alma.
Y rendida caigo en tu pecho acurrucada,
mirando al cielo le hago un guiño cómplice a la estrella del alba…
y así, me voy quedado dormida entre tus brazos sosegada,
besando cada parte de tu piel relajada,
sintiéndome amada, deseada…
esperando despertar con tu aliento en mi espalda…
Rocío Pérez Crespo
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